líder
Gusta
decirse que el líder, un líder, refleja esto o aquello, tales cualidades o
miserias de una nación o un pueblo. En verdad, lo primero que refleja la
afirmación misma es la creencia en el reflejo, en la teoría del reflejo con su
ambición unificadora que es su esencia. El líder es ante todo afán de
unificación e inmediatamente de mando. Y es lo que “refleja”, más bien lo que
muestra. Por supuesto rápidamente se responderá: depende de “al servicio de
qué” –construcción que tiene su trayectoria- “o de quién” está el líder. Y es
que no. El líder está al servicio del liderazgo. Afirmación que rechazarían con
igual entusiasmo derecha e izquierda. La derecha, por supuesto parece poco afecta a la figura, al
fenómeno del líder. Mero parecer. Ha producido los peores.
–¡Pero
es la derecha extrema!
Es
verdad, pero los moderados tienen también sus líderes… moderados. Y son
moderados no sólo porque la moderación, como se usa decir, mide bien: se la ha
logrado instalar como virtud ciudadana en un capitalismo ajeno a cualquier
moderación en sus prácticas de explotación a las personas y al medio ambiente,
de agresividad y beligerancia social y política. Justamente puede hacer alarde
de una moderación vaga y declarativa porque tiene asegurada su brutalidad en el
régimen de propiedad y en la juridicidad que lo respalda.
En
ese sentido, podría decirse, y se ha dicho, que “las masas” lo único que tienen
–no tienen poder, no tienen propiedad- es el líder. Pero el líder tal vez sea
el último obstáculo para que la masa deje de ser masa en el sentido más
freudiano del término.nb
Etiquetas: líder
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