correos XII escritura del desastre

Queridos amigos, ya que no voy a poder estar hoy, les mando estas pocas líneas de Escritura del desastre de un tal M. Blanchot. Disfrútenlo. No me deben nada. n

Entre el hombre de fe y el hombre de saber, pocos diferencias: ambos se apartan del albur destructor, reconstituyen instancias de orden, recurren a un invariante al que rezan o teorizan – ambos hombres de acomodo y de unidad para quienes se conjugan la otredad y la mismidad, hablando, escribiendo, calculando, eternos conservadores, conservadores de eternidad, siempre en busca de alguna constancia y pronunciando la palabra ontológico con un fervor seguro.