domingo, 23 de junio de 2013

correos XVI marí 2

Hola, aquí va la continuación. Concluyo primero este pasaje del Libro de ausencias:

 “Que el autor de un texto esté ausente de lo que ha escrito y que sea el lenguaje el que escribe – cumpliendo la orden de la  sintaxis y la estructura de la  lengua con una indiferencia impertinente hacia lo que escribe – puede parecer una broma escatológica, ya que lleva a pensar que quien escribe no es uno mismo – una voluntad nuestra – , sino una instancia desconocida que viene a ocupar nuestro lugar y escribir por nosotros (como creía Baudelaire una vez escrita la experiencia musical que le proponía R. Wagner)  … Marina Tsvietáieva dice: ‘El poeta no sabe lo que dirá, y a menudo tampoco sabe qué dice. Y no lo sabe hasta que lo ha dicho, y lo olvida cuando ha acabado de decirlo’ . Y Don Delillo afirmaba en una entrevista reciente: ‘Hay veces que las frases parecen escribirse ellas mismas, sin que yo sepa exactamente de dónde surgen. También me ha ocurrido que la estructura de la  novela se despliega delante de mí sin que intervenga la voluntad. Es una especie de revelación.’”

En fin, pasa Marí por Platón, por san Juan de la Cruz, por Valery, por Keats,  por Elliot, siguiendo el mismo hilo; por el mismo Deleuze, de quien transcribe una cita que, si no recuerdo mal, trajo R. en una ocasión: “Decir alguna cosa en nombre propio es muy curioso, porque no es en absoluto en el momento en que uno se toma por un yo, una persona o un sujeto, cuando habla en su nombre. Al contrario, un individuo adquiere un verdadero nombre propio como consecuencia del más severo ejercicio de despersonalización, cuando se abre a las multiplicidades que lo atraviesan de parte a parte y a las intensidades que lo recorren”.


Hay también una referencia a Zweig – a quien personalmente (y prejuiciosamente) tenía más bien relegado en mi consideración hasta que leí en estos días un texto sobre Nietzche que me resultó deslumbrante – a una conferencia que dio (¡en Buenos Aires!) en 1940, “El misterio de la  creación artística”:

“El artista no es amo de su razón, ya que toda creación verdadera sólo ocurre mientras se encuentra hasta cierto grado fuera de sí mismo, cuando se olvida de sí mismo… la palabra griega éxtasis significa estar fuera de sí mismo

La proximidad de estas palabras con El pensamiento del afuera es indudable. Si Foucault las leyó o se inspiró en ellas me parece que no tiene mayor importancia.

Marí resume su recorrido, sin agregar mucho tal vez, pero de un modo muy pertinente y muy claro:

“ La práctica de la  poesía y de cualquier arte sería, pues, un proceso de despersonalización, una renuncia a la identidad propia, al lenguaje que ha hecho posible la construcción de la  identidad; renuncia a las constricciones que la misma identidad impone y una liberación de las potencias de la  vida (de la  palabra) que se despliegan por todos los ámbitos de la  existencia, mostrando la capacidad de ordenar el mundo bajo una cifra nueva y desconocida … a costa de la  identidad y la personalidad del poeta.”

Hay otra vía, muy próxima a ésta, pero que acentúa no tanto “la inspiración” sino la actitud del poeta, lo que llamaríamos situarse en cierta posición, y sobre todo – cuestión también de una proximidad notable con nuestra práctica – la libre asociación y la suspensión del juicio:

“[Sobre] el don de la  asociación … dice Yeats: lo que uno debe hacer es dejar que las imágenes se formen libremente en asociaciones, antes que intervenga el espíritu. Y trae a colación una carta olvidada de Goethe:

‘Si uno interviene demasiado pronto en un sentido crítico, estas asociaciones no se forman. Si se suspende toda facultad crítica – yo lo he podido descubrir … y si puedes suspender incluso el deseo y dejar que se formen según su voluntad absolutamente libre…’” etc.

Cita luego un texto de  otro catalán, Maurici Pla: “… la imaginación analógica [es también el título del libro de Pla] en cierta manera es un fenómeno parecido a la asociación libre … que permite que el pensamiento se escurra por unas rendijas por las cuales el logos nunca podría hacerlo”.

Sin duda este tipo – es un contemporáneo – está completamente próximo a Breton  (sobre el que ha trabajado) y la escritura automática, para mi gusto denostada muchas veces con recursos un poco burdos.

En la próxima les comento entonces algunas impresiones que me quedan de estas breves observaciones sobre las condiciones de la práctica artística. 

Un saludo cordial,n

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio